*Este artículo fue escrito antes de que se declarara la emergencia sanitaria en México.

Desde el momento que se comenzó a acercar el coronavirus a México, el Estado y la iniciativa privada han tomado acciones para prevenir que el contagio sea mayor en nuestro país; sin embargo, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador ha sido el más lento en actuar.

Fue a partir de que se registró el primer caso de COVID-19 (28 de febrero 2020) en suelo mexicanos que se comenzaron a medir las repercusiones económicas, políticas y sociales que la pandemia podría generar; desde ese instante, la retórica se fue modificando poco a poco en algunas esferas del gobierno.

Con el paso de los días, las autoridades sanitarias mostraron preocupación por la ligereza con la que algunos ciudadanos tomaban el tema de la pandemia. Los mensajes desde la Secretaría de Salud se fueron haciendo más evidentes, hasta tal grado de tener que crear un personaje llamado “Susana Distancia” para que las y los mexicanos entendieran la importancia de la situación. Empero, no todo era coordinación entre instituciones.

Mientras el subsecretario o súper subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, pedía a la sociedad tomar medidas para evitar el contagio, el Presidente aparecía en un video diciendo “No dejen de salir, todavía estamos en la primera fase. Yo les voy a decir cuándo no salgan, pero, si pueden hacerlo, y tienen posibilidad económica, sigan llevando a la familia a comer…”.

La organización entre poderes y gobiernos no era idónea para advertir, aclarar dudas y evitar la desinformación entre la sociedad mexicana. Fue por esto que algunos gobernadores comenzaron a tomar decisiones e implementar medidas en sus estados; el Artículo 40 de la Constitución Política establece que los estados son libres y soberanos en lo concerniente a su régimen interior, es decir, solo pueden decidir sobre lo que ocurre en su territorio y ámbito de competencia.

Entidades como Jalisco, Nuevo León y Yucatán, entre otras, fueron las primeras en actuar, ciertas decisiones han sido tildadas de exageradas, absurdas, violatorias, entre otras; sin embargo, en una crisis como la que estamos viviendo, algunas de ellas son extremadamente necesarias.

En el caso de Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro, tomó medidas de aislamiento para evitar la propagación de COVID-19, también exhortó a los ciudadanos a no visitar Jalisco por el momento y comenzó a aplicar pruebas rápidas para detectar, atender y aislar a los portadores de coronavirus. En un mensaje confesó que le actividad económica se había reducido hasta en un 80% a raíz de estas, sin embargo, también ha anunciado medidas económicas para paliar los daños causados.

En Nuevo León, Jaime Rodríguez, tomó medidas similares a las de Jalisco y anunció más de 30,000 pruebas gratuitas para la población. Además, ha criticado constantemente el actuar del gobierno federal.

Sorprendentemente, la Ciudad de México fue otra entidad que decidió implementar algunas reglas para evitar la propagación; esto asombra porque la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, generalmente sigue la línea establecida desde Presidencia. En este caso, las críticas crecieron porque algunos miembros de la sociedad consideraron que la decisión se tomó tarde y que eventos masivos como el Vive Latino no fueron cancelados.

Algunas medidas más estrictas pueden observarse en Yucatán, donde el gobernador Mauricio Vila Dosal, anunció multa y cárcel para las personas que teniendo síntomas o haya sido diagnosticadas con COVID-19 no acaten las medidas de aislamiento.

Otras medidas más estrictas son las aplicadas por el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, anunció medidas para blindar los ingresos carreteros para contener la expansión del virus; el operativo consiste en filtros sanitarios en las entradas con Jalisco, Colima, Guerrero, Guanajuato, Estado de México y Querétaro.

Estos son ejemplos de las acciones tomadas por algunas entidades de nuestro país, no obstante, todas eran y son distintas. Mientras López Obrador no dé un mensaje por cadena nacional (no por Youtube) y se establezcan líneas claras para evitar la propagación del virus, los ciudadanos nos encontraremos en áreas vacías para saber como actuar.

En StreamicsLab entendemos que existen personas que viven al día o que laboran en lugares donde no pueden faltar por órdenes de los jefes, sin embargo, exhortamos desde nuestra trinchera a las agencias consultoras que implementen lineamientos para trabajar a distancia y poder evitar un mayor daño económico y social a nuestro país.

Recordemos que esto no es algo de un Gobierno o de un partido político, esto es obra de todos.

-Roberto Femat

1 thought on “Descoordinación por el COVID-19”

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *