¿Quién no se ha topado en los últimos días en sus redes sociales con la dulce imagen de la pequeña Ana Frank y su inquisitivo reclamo “y tú ¿de qué te quejas? Si cuentas con todas las comodidades, entregas a domicilio y además ¡wi-fi!”?

Pues sí, tenemos que aceptar que la oportunidad digital, hoy como nunca, nos demuestra que vivimos en lo que Bono, vocalista de U2 y líder de opinión, recién comenzado el siglo XXI llamaba: “the time when new media was a big idea”.

Las circunstancias que estamos viviendo hoy en día, evidencian de manera constante, que, si bien el encierro en el que buena parte de la población se encuentra no es una situación deseable, es muy necesaria. Ante la permanencia en un sitio que en esencia y sin tomar en cuenta sus peculiaridades nos mantiene aislados, vemos transcurrir el tiempo y tomamos de manera natural, casi imperceptible, la variada oferta que se nos presenta.

Y es que, aunque se trata de medios con los que no todas las personas cuentan, sabemos que quien posea al menos un dispositivo electrónico adecuado y conexión a internet; tendrá a su disposición una infinidad de opciones para pasar estos momentos de la mejor forma posible.

La comunicación vía chat, correo electrónico y videoconferencias, así como las diversas plataformas que familias, empresas y escuelas han implementado con sus miembros, permiten dar continuidad a las actividades fundamentales para su labor y estructura.

Hoy en día, la entrega a domicilio no se limita a grandes cadenas de supermercados y alimentos; sino que recientemente se han incluido también los productos de farmacias, mercados populares y abarrotes comunitarios. Las compras en línea de productos esenciales y no esenciales con opciones de pago diversas, nos sugiere la opción de quedarnos en casa en la mayor medida posible.

En cualquier red social o medio digital se tiene acceso a chats en los que se pueden esclarecer las dudas acerca de prevención e intervención en lo relacionado con la pandemia a la que se hace frente. Datos y cifras actualizadas al momento. Así como instancias públicas o privadas de atención a la ciudadanía que tengan vínculos a este tema.

El entretenimiento en casa a través de las distintas plataformas está planteado desde años atrás y diversificado más que nunca. La apertura de algunas de éstas al público en general en el periodo de contingencia contribuye con la democratización y alcance; al menos por el tiempo que esta situación haya de prolongarse. Mismo caso aplica para la gratuidad de variadas aplicaciones, desde juegos virtuales hasta membresías de libros digitales, entre otras.

Conciertos a distancia, visitas a museos de todas partes del mundo, cursos en línea y tutoriales de todo tipo están disponibles en la red.

Introspección, limpieza, aprendizaje, creación; todo cuanto en la vertiginosa cotidianidad nos está vedado, podemos llevarlo a cabo en este momento contando con las herramientas que la modernidad pone en nuestras manos, en la “comodidad de nuestro hogar”.

No, no tenemos de qué quejarnos, si nos encontramos entre el privilegiado porcentaje de la población que espera lo mejor, desde el mejor de los escenarios.

Ante la incertidumbre lo único que podemos hacer es dar un vistazo hacia nuestro interior; o como bien dijo Virginia Woolf, lo único que se necesita es una habitación propia (con wi-fi).

-ERICK CAMPOS

1 thought on “LA OPORTUNIDAD DIGITAL EN EL ENCIERRO”

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