¿Qué hay de malo con Samuel García y Mariana Rodríguez? 

El pasado 9 de agosto de 2020 el senador de Nuevo León, Samuel García realizó un video en vivo por medio de Instagram junto a Marian Rodríguez, su esposa, en el que los dos se encontraban cenando, cuando el senador expresó frases tales como “Súbete la cámara, estás enseñando mucha pierna… ¡Qué bajes la pierna!”  

El video no tardó en causar polémica y viralizarse. Diversas personas defendieron a Mariana y otras tantas le dieron la razón a Samuel; pero ¿por qué hay tanto alboroto?  

Tales frases muestran al senador como un hombre machista y violento debido a dos sencillos factores. Así como la mera representación del México conservador y estancado en el pasado. 

  1. Sexualiza el cuerpo de la mujer 

No importa qué parte del cuerpo se muestre, así sea una rodilla la mujer debe de cubrirse, explicarse y pedir perdón. El cuerpo femenino deja de ser algo natural y se relaciona únicamente con la sexualidad. ¿Una mujer que enseña su cuerpo no es merecedora de respeto? 

  1. Reafirma a la mujer como propiedad privada 

“Pues me casé contigo para mí, no pa’ que andes enseñando” fue otra de las frases que se escuchó en dicho video. La libertad del individuo se pierde al ser mujer, al ser siempre la hija, la novia, la madre, la esposa de alguien. La mujer no es un objeto de consumo destinado para causar placer, no tiene ninguna obligación ante nadie que no sea ella misma.   

¿Y a mí cómo me afecta esto? 

La cuestión no es la relación de Mariana y su esposo. La problemática nace de una cultura que no se cuestiona los comportamientos ni ideales de hace siglos. ¿De dónde surge tanto problema al enseñar la anotomía humana? Algo tan común y corriente. Hablamos de una cultura que normaliza la violencia porque pasa una y otra vez como si no fuera un problema y se hace llamar violencia porque atenta contra la libertad individual exclusivamente de las mujeres.  

Jamás escucharemos a una esposa regañando a su marido por ensañar las piernas. ¿Cuál es la lógica si son las mismas partes del cuerpo, si es una misma sociedad? Esto no va de respeto hacia tu pareja o su privacidad.  

En México 63 de cada 100 mujeres declaró parecer algún incidente de violencia por su pareja y el 88.4% de las mujeres agredidas no presentó denuncia. 

En este dato debemos de repudiar el hecho de tantos hombres siendo violentos, más no aquellas mujeres que no denunciaron.  

Esta es una llamada de atención hacia todas las personas para dejar de tolerar este tipo de actitudes hipócritas e injustas. Si estos son los funcionarios de gobierno de nuestra nación, ¿qué podemos esperar del pueblo?  

Esto va más allá de un senador y sus problemas maritales, es hora de cuestionar cada acto, preguntarnos una y otra vez qué está bien o qué está mal. Leer y escuchar opiniones ajenas, así como vivencias para agrandar nuestro criterio y entender más a fondo este tipo de situaciones que se viven diariamente. Basta de normalizar la violencia. 

Ana Román 

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